1. ¡Conoce y define "la misión"! (la tarea.) Esto debe realizarse
con mucho esmero y es la condición previa para todo lo posterior.
2. ¡Reúne información! En esta fase se busca información sobre
el estado real, las posibilidades técnicas y similares.
3. ¡Analiza la información adquirida! Se extraen conclusiones
al tiempo que se comparan con "la misión", con el estado
previsto.
4. ¡Crea soluciones alternativas! En este punto son frecuentes
los momentos de frustración y a veces pueden aflorar crisis
creativas. De todas maneras, esta fase debería llegar a término
sólo cuando se haya ideado al menos una solución, y
se haya comprobado su viabilidad.
5. ¡Juzga (los pros y los contras de las alternativas) y decídete
por una o varias soluciones! Esta fase puede venir acompañada
de todo tipo de procesos complicados, por ejemplo de
simulaciones que han de proporcionar al investigador sistemático
una imagen de la validez de ésta o aquella solución.
6. ¡Haz una prueba y ponla en práctica! Se prueban las soluciones
y se ofrecen al responsable de la decisión. Tras estos
preparativos, a éste le compete la elección entre las alternativas
ofertadas y dispone su puesta en práctica.
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